Caracterísiticas del
líder empoderador

Por Elías Alvarez Bueno

PONE DE PRIMERO SABER PENSAR Y DESPUES TENER CONOCIMIENTOS

Conocí a un líder empresarial que recibía a sus nuevos directivos con la siguiente advertencia: a Usted se le va a pagar por lo que piense, por lo que sepa y por lo que haga, pero fundamentalmente nos interesa que sepa PENSAR; nos interesa que al igual que los filósofos se haga y formule a otros las preguntas claves, aquellas que extraen las mejores respuestas; nos interesa que ustedes le ayuden a la gente a adquirir el hábito de mejorar continuamente, el hábito de saber cuestionar lo que para la mayoría de las personas le parece obvio, el hábito de solucionar los problemas que suceden a su derredor en vez de estar esperando que otro se los solucione, el hábito de encender una cerilla en vez de maldecir la oscuridad. En esta empresa creemos, como se dice en algún libro de la historia de la filosofía, que la humanidad será feliz cuando los reyes se vuelvan filósofos o cuando los filósofos lleguen a ser los reyes.

Por supuesto que esta clase de ideas no son comunes en el proceso de inducción de un ejecutivo que ingresa a una entidad con ánimo de lucro. Y el mencionado líder continuaba sus reflexiones precisando que también estaban comprando el SABER de las personas, no solo su fuerza de trabajo; es decir, insistía, estamos comprando el archivo de conocimientos que hay en su cerebro. En cuanto a este punto me dejó deslumbrado con las siguientes afirmaciones: tener muchos conocimientos es muy importante, tener buenos conocimientos es mejor, pero muchas veces las fórmulas conceptuales fallan y los administradores tienden a sentirse frustrados; y cuando sus fórmulas le fallen de nada nos servirán quejidos o disculpas, solo nos servirá que usted piense y construya alternativas.

Tengo la certeza de que esta sesión de inducción gerencial es la mejor que yo he conocido. Y yo no paraba de deslumbrarme, porque este líder seguía insistiendo en la sabiduría como condición de éxito, tal como se nota en el siguiente raciocinio: "lo que uno hace depende de la información que hay en el cerebro y del potencial de raciocinio que uno tiene; entre nosotros, el HACER se mide por los resultados. Pero les aclaro: ustedes tendrán buenos resultados si hacen bien las cosas y hacen bien las cosas si saben pensar".

ENTRE PENSAMIENTO LENTO O PRECIPITADO, PREFIERE LO PRIMERO

El lector puede constatar que dentro de los grupos es considerada muy inteligente y admirable aquella persona que responde con rapidez los interrogantes o cuestionamientos de los demás; también se puede recordar que en las aulas es premiado aquel alumno de respuesta rápida. Y hay pruebas psicológicas que para medir la capacidad intelectual se basan en la rapidez. Por el contrario, aquella persona que se da tiempo para pensar, que se abstiene de responder aceleradamente o que hace preguntas antes de responder muchas veces es calificada como poco inteligente, muy vacilante, temerosa o indecisa. También en las instituciones se ha venido creando la "cultura de la inmediatez", que consiste en querer que todo sea para ya.

Por el contrario, el líder de mi historia, a diferencia de muchos otros dirigentes, tiene más aciertos y menos errores porque siendo cuidadoso en su proceso de pensar veo que él resulta más razonable, más acertado; él le da cabida a la intuición, esa facultad que se nos manifiesta a través de eso que llamamos "corazonadas" o "pálpitos". Amigo lector, hágale caso a sus corazonadas; la intuición no se equivoca.

LE AYUDA A LA GENTE A UTILIZAR SUS ALAS

"Es importante saber que el hombre pertenece a donde él desea ir", recalcaba el líder de mi cuento, citando a Von Brawn. Y en realidad las alas de nosotros los humanos son nuestros profundos deseos, nuestros grandes sueños; ellos son el germen de todas las conquistas, la palanca para superar cualquier dificultad y el alimento para resistir cualquier hambruna. El líder sabe soñar y enseña a los demás a soñar. Y hay algo más importante que solo soñar: es necesario soñar con "interés desinteresado", es decir, debemos poner todo el énfasis en llevar a cabo nuestros sueños , pero debemos estar psicológicamente preparados para no perturbarnos cuando fracasamos. Ahora recuerdo lo que dijo Winston Churchill: "el líder es una persona que no se cansa de tener fracasos", como queriendo decir que la persistencia y la paciencia son virtudes del líder.

¿Y qué es la VISION dentro del contexto del liderazgo? Puede ser: a) VISIÓN COMPARTIDA que es el sueño personal de alguien que quiere sea compartido (interiorizado) por muchos, como el de la Gran Colombia soñada por Bolívar, pero que no fue compartido en forma perdurable; o como el del fundador de la IBM que si sigue siendo compartido por millones; b) VISION COLECTIVA, que es ese anhelo generalizado de una colectividad, que es percibido y verbalizado en forma concreta, integral y fiel por "una persona excepcional"; y cuando esta persona lo verbaliza, toda la colectividad se hace más consciente de su propio común anhelo; toda la colectividad se hace "cabalmente consciente de una realidad cumplida", gracias al pregón o verbalización que hace el líder.

Las anteriores formas de visión suceden en todos los grupos, ya sean gigantes, o grandes, o medianos, o pequeños; ¿no le ha sucedido a usted en su hogar, por ejemplo? Estos personajes antes descritos, y todos los semejantes que ha habido y seguirá habiendo, son unos seres-modelo de convivencialidad, entrega, autorrealización. La máxima visión, la visión más empoderadora, la visión que lleva al éxito se da cuando la persona le encuentra el sentido a la vida personal. Todos los fines institucionales y todos los fines gerenciales debieran tener en cuenta los fines últimos del ser humano. ¿Y cuáles son esos fines?. Llevados de la mano de Karl Jaspers analicemos la siguiente propuesta de fines (1).

En el cuadro de la página siguiente, el lector tiene una guía práctica para hacer una reflexión serena, fructífera y profunda que le llevará con toda seguridad a revisar u obtener un "plan de calidad de vida" que responda a los siguientes interrogantes ¿Cuál es el fin último con el cual le puedo encontrar el sentido a mi vida?, ¿Comó voy a acreditar o demostrar mi compromiso con ese último fin elegido?, ¿Cómo voy a comunicar o difundir que la vida tiene sentido? y ¿Qué extremismos voy a evitar y a pedir que se eviten?

  Desde el
punto de vista
biológico:
Desde el
punto de vista
mental:
Desde el
punto de vista
espiritual:
¿CUAL ES MI FIN ULTIMO? a) mi fin último es conservar y mejorar la vida en general y la mía en particular. b) mi fin último es lograr un pensamiento universal y universalizador, es decir, que contribuya a la unificación de los seres humanos. c) mi fin último es trascender cotidianamente hacia lo espiritual.
¿COMO SE ACREDITA MI COMPROMISO? a) mi compromiso con la vida se acredita cuando hago algo útil y práctico por la vida.  b) mi compromiso intelectual se acredita cuando tengo convicciones. c) mi trascendencia se evidencia siendo una persona de fe en Dios.
¿COMO SE COMUNICA MI COMPROMISO? a) yo puedo comunicar mi compromiso persuadiendo a los demás del sentido que tiene la vida. b) yo puedo comunicar mis convicciones a través de la lógica flexible y de la pregunta empoderadora. c) mi fe se comunica por mis actos, no por mis palabras
¿CUAL EXTREMISMO QUE DEBO EVITAR? a) debemos evitar el materialismo biológico que consiste en absolutizar los placeres o necesidades corporales y dejar de creer que la salud corporal es algo desligado de la mente. b) yo debo evitar el racionalismo extremo y el dogmatismo ideológico. c) debo evitar la iresponsabilidad con mi vida y erradicar la creencia de que "de nada vale lo que yo haga puesto que Dios todo lo tiene predefinido".

El lector tiene en este cuadro una guía muy práctica para hacer una reflexión serena, fructífera y profunda que le llevará con toda seguridad a revisar u obtener un "plan de calidad de vida" que responda a los siguientes interrogantes: ¿cuál es el fin último con el cual le puedo encontrar el sentido a mi vida?, ¿cómo voy a acreditar o demostrar mi compromiso con ese último fin elegido?, ¿cómo voy a comunicar o difundir que la vida tiene sentido?, y ¿qué extremismos voy a evitar y a pedir que se eviten?

Alguna vez el líder de nuestra historia decidió asistir con sus colaboradores a una conferencia que se anunció con el siguiente título: "El Gerente Debe ser un Facilitador". En alguna de las oportunidades cuando el conferencista dio la palabra a los asistentes, uno de ellos manifestó muy categóricamente que "nadie es facilitador de nadie porque en último termino cada persona es la que decide actuar". Esta frase dogmática fue una oportunidad para que el líder de nuestra historia interviniera diciendo: !si!, el otro es quien decide, pero yo se lo hago fácil; cuando estoy en mis entrevistas con colaboradores, proveedores o clientes me he dado cuenta que el otro es quien decide hablar, pero si yo le demuestro que le estoy escuchando, lo más probable es que él sigue expresándose con creciente fluidez y profundidad.

Los acompañantes de este líder habían recibido durante su proceso de inducción un fuerte entrenamiento acerca de la habilidad de reflexionar y analizar y en esta oportunidad dieron muestras de alto nivel de asimilación, tal como se puede deducir de las siguientes intervenciones que fueron haciendo:

¡Sí!, el otro es quien decide enternecerse, pero eso a él (probablemente) le queda más fácil si, frente a él o para él, desde mis ojos, mis poros y mis movimientos fluye espontánea mi ternura.

¡Sí!, el otro es quien decide responder, pero eso a él (probablemente) le queda mas fácil si yo penetro su interior con sabias preguntas.

¡Sí!, el otro es quien decide estar en su aquí y ahora, pero eso le queda (probablemente) más fácil si él, frente a mí, percibe que yo me estoy dando "cuenta cabal" de lo que en este momento estoy sintiendo, diciendo y haciendo.

¡Si!, el otro es quien decide RENDIR en su labor, AMAR al prójimo, TRANSFORMAR la adversidad en triunfo, ENCONTRAR sus verdaderas opciones y DECIDIR bien entre ellas, pero eso le queda (probablemente) más fácil cuando yo le atravieso la pregunta ¿vives para hacer qué?

¡Si!, el otro es quien decide estar feliz, pero eso a él le queda (probablemente) más fácil si yo le atravieso el escrito de uno de esos médicos que demuestra que la felicidad cura el cuerpo y trae paz al alma.

Un asistente que no era del grupo de nuestro líder añadió: a quien dijo que "nadie es facilitador de nadie" yo le digo que él mismo hizo fácil que quienes acaban de intervenir hayan dicho cosas tan ciertas y tan bellas como las que acabamos de oír.

EN VEZ DE TREPADOR, ES UN SERVIDOR QUE SE ENTREGA ESPECIALMENTE EN LAS SITUACIONES LIMITE

Los colombianos tienen las siguientes expresiones muy elocuentes y comprensibles para describir la conducta de los ambiciosos compulsivos de poder: "serruchar el puesto del jefe", "moverle la silla al otro", "dejarlo colgando de la brocha", "removerle el piso", "mantener el repuesto inflado". Con las anteriores expresiones se estan definiendo con mucho acierto a los "líderes trepadores", de los cuales hay muchos en toda clase de colectividades e instituciones de todos los países.

Pero precisemos más todavía la conducta de los trepadores: a ellos les gusta impresionar a la gente, especialmente a la que no les gusta; ellos trepan siempre que pueden porque esa es su manera de escapar de los problemas, frustraciones y sentimientos de futilidad; ellos necesitan poseer cada vez más porque creen que eso aporta sentido a sus vidas; ellos viven compitiendo a toda hora, es decir, ellos viven comparándose con los demás y buscando alguna ventaja que les permita decir "yo antes que tú", "yo mejor que tú".

En forma consciente o inconsciente el trepador hace de sí mismo una "mercancía"; él, como dice Erich Fromm, depende en grado sumo de cuan bien logre venderse en el mercado, de cuan bien pueda introducir su personalidad; él necesita impresionar por su "envoltura" (entiéndase apariencia) de jovial, profundo, emprendedor, confiable, ambicioso; y aún más, él divulga a los cuatro vientos cuáles son sus antecedentes de familia, a qué clubes pertenece y si está conectado con gente influyente (2).

Ignace Lepp en su libro la "Existencia Auténtica" dice lo siguiente acerca del trepador: " los seres que lo rodean no se le presentan sino como obstáculos que debe eludir o como medios de los que podría apoderarse para ponerlos al servicio de los fines egoístas y excluyentes de su propio yo" (3).

Ahora resumamos las características del líder servidor, el que necesitamos todos en cualquier época, pero especialmente en una tan difícil como la actual: en lugar del espíritu de posesión, éste tiene espíritu de perfeccionamiento espiritual e intelectual; en lugar de la actitud impresionadora adopta la iniciativa creadora; en lugar de trepar y competir se interesa por los demás, especialmente en las situaciones límite.

Y ¿Qué es "situación límite"?. Creo que los siguientes ejemplos nos dan la respuesta. Los ciudadanos de Kosovo vivieron una situación límite porque afrontaron la ineludible necesidad de TENER QUE poner la propia vida como cuota para demostrar en qué creen y para qué viven. Los colombianos, debido a su larga historia de guerrilla también están en situación límite de TENER QUE comprometer su propia vida por la paz. En las situaciones límite siempre es necesario ese "personaje excepcional" que llamamos líder. Y en muchas instituciones o colectividades ese personaje todavía viene de camino, en muchas otras no ha arrancado y en otros está secuestrado por sus propias ambiciones de poder. Gandi dio lo máximo de sí cuando la India estaba sufriendo el más alto grado de colonialismo, Nelson Mandela dio lo máximo de sí cuando Africa del Sur sufría la más alta discriminación racista, Simón Bolívar dio lo máximo de sí cuando los pueblos suramericanos sentían el más intenso anhelo de autonomía.

Esta situación límite en la cual se encuentran varios países, muchas colectividades y no pocas empresas se resuelve cuando el líder y los miembros construyen conjuntamente un sueño, trazan unos caminos y comprometen su vida y hasta su último aliento para volver realidad el sueño o visión compartida.

PROMUEVE LA AUTODETERMINACION

El líder de mi historia pronunció el siguiente discurso al empezar el acto durante el cual se hizo una solemne presentación de los objetivos para el año que empezaba. Como se podrá ver, fue breve, claro y empoderador:

"……..Atrévete a amarte a tí mismo, aunque el mundo que te rodee te de "malos tratos".

En cuanto puedas "vive por tí mismo", en vez de vivir "unido al cordón umbilical".

Elige, en cuanto puedas, autoabastecerte, en vez de tener una "vida de arrimado o recostado a los demás".

Decídete a "hacer las maletas", en vez de permanecer resentido donde no te quieren o donde no estás a gusto.

Cumple con tu cuota de cooperación, de convivencialidad, de iniciativa y de innovación. Paga tu impuesto como retribución por el don de estar acompañado.

Disponte, siempre que sea necesario, a arañar la tierra con la misma cuchara con que te tomas la sopa, para sembrar y cosechar con ella tu felicidad .

Cuando tengas fracasos entiende que la caída de las hojas es el primer paso de la afloración.

Recuerda lo que dijo un maestro: "no se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche".

Recuerda siempre: la "individuación" * es un negocio riesgoso y muchas veces doloroso, pero es el mejor de todos. …….."

Cuando el líder hubo terminado su discurso, todos los presentes quedaron en silencio reflexivo y mientras tanto uno de los colaboradores se fue levantando y empezó a avanzar hacia el frente; caminaba firme, espontáneo y sereno; y a medida que avanzaba intercambiaba su mirada a lado y lado del auditorio repartiendo sonrisas. Este colaborador se puso frente al auditorio y aclarando que quería dar testimonio de sus aprendizajes empoderadores, manifestó lo siguiente:

" Yo pido cuando me falta, pregunto cuando no se, estoy despojado de la pretensión de ser el más listo, el más rápido.; estoy despojado de la pretensión de ser perfecto y encontrar perfectos a los demás".

Y apenas con uno o dos minutos de intervalo entre uno y otro, fueron interviniendo todos los demás colaboradores para dar los siguientes testimonios de autoempoderamiento.

" Yo bendigo la oscuridad del futuro porque es muy probable que si viera desde hoy todos las adversidades que me pueden llegar a suceder me quedaría paralizado. Yo sé que cuando llegue a cada río, si me lo propongo, encontraré como cruzarlo".

"Yo acepto que cambiar de parecer, de opinión o de criterio es necesario para mantenerme en contacto con la realidad cambiante y es algo saludable y normal".

"Cuando yo me siento fracasado, me pregono a mí mismo: "el mundo no se ha acabado, no hay mal que dure cien años y sigo para adelante".

"Yo asumí la responsabilidad de mi propia existencia y evito culpar a los demás de los fracasos que me suceden".

"Yo elegí o construí unos criterios con los cuales yo mismo puedo decidir si mis actos son acertados o erróneos, correctos o incorrectos".

"Yo trato de entender que sentirme realizado es algo solamente mío y que no está en manos de otros crear este sentimiento en mi. Yo me doy cuenta que muchos son felices aun estando encarcelados y muchos son infelices residiendo en un palacio real".

"Yo utilizo la posibilidad de ensayar cosas nuevas; con el ensayo siempre salgo ganando porque o encuentro lo que busco o aprendo de mis errores".

"Yo logro fácilmente sumergirme en la corriente de mis deseos, emociones e intuiciones; yo me dejo ir; ¡dejémonos ir, compañeros!".

Y así se completó la ronda de testimonios.

Qué testimonios tan alentadores, ¿verdad?. Con toda seguridad que para este líder las cosas resultan más fáciles, más eficaces, más satisfactorias, más seguras, porque los miembros de su equipo son comprometidos y autónomos.

* El doctor Gustavo Adolfo Jung define la individuación como un proceso por el cual el hombre vive su innata naturaleza humana y por el cual conoce y desarrolla las cualidades y atributos desconocidos; es el proceso de particularización de la esencia individual. La primera etapa de este proceso es la de percibir que existe la sombra (atributos de uno desconocidos por uno mismo) y que puede extraer fuerza de ella; la segunda etapa es la de encontrarse con la propia parte sicológica contrasexual, el ánima en el hombre y el ánimus en la mujer. La persona tiene que llegar a un acuerdo con sus fuerzas destructivas si quiere triunfar, tiene que liberarse del arrebato a experimentar atributos divinos (orgullo, megalomanía), tiene que esforzarse en alcanzar metas más elevadas que las que se consiguen sin riesgo (4)

PROMUEVE LA INVERSION DEL POTENCIAL HUMANO

El líder de mi historia repetía mucho que todo ser humano progresa cuando invierte. El decía, por ejemplo: progresan los esposos cuando invierten en ternura, progresa el de temperamento impulsivo cuando invierte en paciencia, progresa el tímido cuando invierte en compartir, progresa el vanidoso cuando invierte en abstenerse de buscar alabanzas, progresamos todos cuando estudiamos constantemente, progresamos todos cuando invertimos siendo pacíficos, progresa el fracasado cuando invierte paciencia, perseverancia y creatividad.

A este líder se le ocurrió poner una tarea muy peculiar; le pidió a sus colaboradores que hicieran a diferentes personas la pregunta ¿Cuál es tu mejor inversión? y en la próxima reunión presentaran los resultados. Veamos a continuación las respuestas que obtuvieron los miembros del equipo después de entrevistar cada uno a personas diferentes.

¿Cuál es tu mejor inversión?

"La ternura que le expresé anoche a mi esposa en la cama", me dijo el portero padre de familia.

"La sonrisa espontánea que le pude expresar ayer a mi colaborador", me reveló un jefe autoritario que todavía tenemos en nuestra empresa.

"Haber decidido anoche dejar de fumar", proclamó nuestro compañero que atiende los reclamos.

"Haber mantenido mi paz y guardado silencio", me susurró nuestro conductor insultado por un peatón.

"Haber aprendido cuatro idiomas a mis 25 años", me relató el estudiante de comercio internacional que hace prácticas en nuestra empresa.

"Haber confesado mis delitos, pagado la condena y quedado con mi conciencia tranquila", me pormenorizó el exnarcotraficante a quien nuestra compañía le está vendiendo productos.

"Haber aprendido a aprender y a pensar deliberadamente, aunque haya sido ahora cuando ya tengo cincuenta años", me contó el ingeniero más antiguo de esta empresa.

"Haber establecido numerosos cibercontactos", me precisó el asesor administrativo de nuestra empresa.

"Haberme convencido de que.... "lo que doy, algún día alguien lo retribuye a mí mismo o a otro ser humano", me reiteró nuestro investigador de tendencias de los consumidores.

"Haber descubierto que no soy maestro de nadie, sino aprendiz de todos", me confesó nuestro veterano facilitador de los congresos de ventas.

"Haber aprendido a aplicar un método para reducir lo desperdicios, los altibajos y los excesos", me manifestó el director financiero.

"Haber empezado hoy a estudiar a Karl Popper",* me reconoció el gerente general.

* Popper es un filósofo recién muerto de quien se dice que es el más profundo filósofo de este siglo.

Uno de los integrantes del equipo dijo haber entrevistado varios niños sin obtener respuesta debido a que ellos no le entendieron la pregunta. Este miembro del equipo hizo las siguientes preguntas y se volvió a sentar: ¿con cuáles términos hacerle a los niños esta pregunta? y ¿como enseñarle a los niños a invertir?; ¿cuales son hoy las mejores inversiones de las "organizaciones abiertas al aprendizaje permanente"? y ¿cuáles otras clases de INVERSION debieran pasar a " la lista por aprender" dentro de las organizaciones?. y ¿cuáles a nuestra lista personal?.

Al terminar de hacerse estas preguntas se adquirió el compromiso de encontrarle respuesta a cada una de ellas, se dio por culminada la reunión y se despidieron cordialmente.

UTILIZA EL PODER DE LA PALABRA Y EL PODER DEL EJEMPLO

En su institución nuestro líder había establecido que cada semana el personal tuviera la oportunidad de participar en sesiones de dos horas llamadas "gimnasia mental y emocional para el alto rendimiento", partiendo de la convicción de que el alto rendimiento de los grupos de trabajo procede de un alto desarrollo de las habilidades racionales y emocionales de los individuos. A una de estas sesiones habían invitado a un facilitador llamado Saul Fuks, quien refiriéndose a las técnicas para ayudar a callar-hablar , dijo: "Necesitamos la metodología para ser más eficaces, pero demasiada técnica interfiere en el contacto y la conexión personal. Sin la conexión no hay transformación mutua ni coevolución, pero sin la técnica nos confundimos y perdemos capacidad de una escucha y mirada novedosa, curiosa y sorprendida". Y después de haber dicho ésto, invitó a los asistentes a formar subgrupos para que analizaran su afirmación y volvieran posteriormente a poner en común sus conclusiones. He aquí algunas importantes conclusiones que se extraen del libro de actas de los talleres de "gimnasia mental y emocional para el alto rendimiento".

Informe del primer subgrupo. Nosotros estamos de acuerdo con Saúl en que necesitamos metodologías; creemos que nosotros los dirigentes institucionales debemos ser maestros en el arte de hablar a través de la pregunta, de la metáfora, de la parábola, de la fábula, del adjetivo, con naturalidad, fluidez y oportunidad, sin intenciones manipuladores; creemos que estos modos de hablar crean realidades corporales, mentales, emocionales y espirituales.

Informe del segundo grupo. Este grupo presentó una fuerte crítica a un importante autor. El escritor Allan Peace (5) dice que Albert Mehrabian fue quien halló que apenas un 7% de contenido va en la palabra, 38% en la voz y 55% en el lenguaje corporal; dudamos que sea posible asignar cantidades tan precisas a tres cosas casi imposible de separar; nos parece que esta distribución estadística no es cierta; nosotros, por el contrario, creemos que el poder está más en la palabra y que la palabra crea realidades. Queremos contar que en una reunión alguien le dijo a sus compañeros que eran unos "descerebrados" y esa palabra bastó para que desencadenara fuertes emociones y sacara del tema a casi todos los participantes en la reunión.

Informe del tercer grupo. Este grupo, dando muestras de haber asimilado el tema, dijo que "para cambiar el cuerpo primero es necesario cambiar la mente y que ésta se cambia con la palabra". Para demostrar su afirmación dijo: imaginemos que tenemos un limón, que estamos partiéndolo con una navaja; imaginemos que tomamos cada mitad en cada mano y las exprimimos lentamente para extraer el jugo ácido gota a gota; imaginemos ahora que tomamos lentamente ese líquido ácido. De repente alguien se levantó y preguntó ¿qué tiene que ver eso con el poder de la palabra?. Y casi en coro varios de los presentes en la asamblea preguntaron ¿no te has dado cuenta del río de saliva que corre debajo de tu lengua?.

Informe del cuarto grupo. En este grupo había un matrimonio; el esposo había pedido autorización a su esposa y a sus compañeros para ausentarse y elaborar un informe sorpresa. He aquí con lo que salió: Imaginariamente me alejé hasta el cajón de los recuerdos, rescaté la tarjeta de víspera de mi luna de miel y en ella encontré que a mi esposa le escribí lo siguiente: "Esta noche iremos al bar de la pasión, allí donde tu boca es mi copa preferida y tu aliento apasionado mi afrodisíaca bebida; iremos al aposento de la intimidad, allí donde los ojos, los dedos y los labios (los tuyos y los míos) escribirán en cada poro de la piel (la tuya y la mía) un poema enamorado". Cuando el esposo terminó de presentar su informe, unos de los asistentes aplaudieron, otros se rieron, otros bromearon pero la esposa se levantó de su butaca, avanzó lentamente hacia donde estaba su esposo, lo abrazó y al oído le dijo: "Juan, amor mío, ahora revivo, ahora estoy sintiendo, ahora te quiero; estoy elevada hasta la nube del éxtasis, estoy montada en la fumarola del ardoroso amor".

Le sugiero al lector que retorne a leer los informes de los cuatro grupos y verifique si las palabras le generaron representaciones en su mente y si estas representaciones produjeron algunas sensaciones en su cuerpo.

Informe del quinto grupo. Este grupo presentó las siguientes afirmaciones de célebres pensadores:

"La palabra correcta es un poderoso agente. Cada vez que nos encontramos con una de esas palabras tan correctas... el efecto resultante es tanto físico como espiritual y está cargado de electricidad". (Mark Twain)

"Las palabras forman el hilo con el que tejemos nuestras experiencias". (Aldous Huxley)

"Sin conocer la fuerza de las palabras, es imposible conocer a los hombres".(Confucio)

El sexto grupo presentó una importante reflexión sobre la habilidad para preguntar y dijo que obtenemos buenas respuestas si sabemos hacer buenas preguntas, Y presentó las siguientes preguntas que habitualmente se hacían personajes célebres.

George Bernard Shaw: Algunos hombres ven las cosas como son, y dicen: "¿Por qué?". Yo sueño con cosas que nunca fueron, y me pregunto: "¿Por qué no?".

El que no puede preguntar, no puede vivir. Proverbio antiguo.

Sócrates: ¿Quién soy yo?.

Henry Ford: ¿Cómo puedo fabricar los autos a gran escala?

Lech Walesa: ¿Cómo puedo elevar el nivel de vida de todos los hombres y mujeres trabajadores?

Donald Trump: Cuando la ciudad de New York se enfrentó a la bancarrota y la mayoría de los constructores le daban vueltas a preguntas como: "¿Cómo sobreviviremos si esta ciudad se desmorona?". Trump se hizo una sola pregunta: "¿Cómo puedo enriquecerme mientras todos los demás están paralizados de miedo?.

Albert Einstein: ¿Es posible que las cosas que parecen simultáneas no lo sean en realidad?

Donald Petersen, un presidente jubilado la Ford Motor Company, era conocido por sus preguntas persistentes: "¿Qué piensa al respecto? ¿Cómo puede mejorar su trabajo?". En cierta ocasión, Petersen planteó una pregunta que, sin lugar a dudas, dirigió los beneficios de la Ford por el camino del éxito. Le preguntó al diseñador Jack Telnack: "¿Le gustan los coches que está diseñando?". Y Telnack contestó: "En realidad, no, no me gustan". Entonces, Petersen le planteó la pregunta crítica: "¿Por qué no ignora a la dirección y se dedica a diseñar un coche que le guste?".

Leo Buscaglia: ¿Qué has aprendido hoy?

Walt Disney: ¿Cómo podemos mejorar esto?

Otro día, después de haber analizado los logros, el líder de nuestra historia invitó a hacer una reflexión acerca del poder de la palabra y del poder del ejemplo. He aquí el resumen de esa reflexión. El primero en intervenir no fue él, sino el miembro que había sido elegido coordinador de esta reunión porque en este grupo es costumbre rotar la responsabilidad de dirigir las reuniones.

El primero en intervenir dijo: El "dar ejemplo" sirve para demostrarle a otro que es FACTIBLE una idea, una teoría, una doctrina, una ley, un precepto o un principio. Por ejemplo: el niño huérfano, callejero y pobre de la terminal de transporte siente que es "factible la ternura con el desconocido" si un ejecutivo prospero le ofrece sentarse a desayunar con él en su misma mesa, en vez de solo decirle "toma esta moneda y déjame tranquilo". El agresor encarcelado ve que es "factible perdonar al enemigo" cuando su víctima, todavía desalentada por el efecto de los cinco disparos de revólver, va a la cárcel, lo abraza y le expresa "te perdono".

Otro intervino haciendo las siguientes afirmaciones: el "dar ejemplo" NO es requisito indispensable para darle VALIDEZ a una idea, una teoría, una doctrina, una ley, un precepto o un principio. Hagámonos la siguiente pregunta: si nadie practicara la justicia, el amor, la veracidad (citando apenas unos valores o "sentidos") ¿dejarían de tener sentido esos valores? Yo creo que la verdad tiene sentido aunque todavía no la veamos encarnada en algo o en alguien.

El tercero añadió: A los hijos y a los discípulos hay que enseñarles a VIVIR DE ACUERDO CON LA VERDAD y por encima o a pesar de las limitaciones de sus padres o de sus maestros; ese papá que todavía es alcohólico activo y ese otro que sigue bígamo con hijos adultos en las dos mujeres, aún así, ellos pueden estar sinceramente convencidos de la bondad de la abstemia y de la bondad de la fidelidad; pero, más aún, ellos siguen con el deber de enseñarle a sus hijos el compromiso con la salud y con la fidelidad; lo que pasa es que sus hijos pueden " desarrollar la atribución a causas externas" diciendo que su papá es el causante de la infidelidad o alcoholismo de ellos. A estos hijos les queda difícil ver la FACTIBILIDAD de la fidelidad y de la abstemia alcohólica porque su padre (que es un referente muy significativo y poderoso) no les está sirviendo de modelo. Pero esos hijos siguen con el deber de ser saludables y fieles.

Y prosiguió otro de los miembros del equipo: si se le enseña a los hijos o a los alumnos a "solo aprender del testimonio" se les está enseñando a restarle importancia a la verdad, a desconocer la fragilidad humana, a despersonalizarse o desindividualizarse, porque se les está enseñando a depender de los "referentes", "figuras", "modelos", "superpautas" o como se nos llame a los padres, maestros o facilitadores.

Intervino el líder de nuestra historia y clausuró la reunión diciendo: Creo que se debo dar "buen" ejemplo desde todos mis roles y en todas mis situaciones, pero el buen ejemplo solo sirve para mostrar que es factible la verdad, NO para darle validez a la verdad. Si no logro ser ejemplo de la verdad, a pesar de mi deseo de hacerlo, yo puedo (y debo) seguir difundiéndola con la palabra.

El líder del que nos estamos ocupando acostumbra a escribirle cartas a los colaboradores; él ve que en esta era de los computadores nos estamos aislando demasiado y está muy amenazada la satisfacción de la necesidad de reconocimiento; cree necesario que todos nos capacitemos mucho en el uso del poder de la palabra; veamos a continuación un estilo muy alentador, que caracteriza dos cartas que rescatamos de sus archivos, una dirigida a María Elena y otra a Marina:

¡Hola!, María Elena.

Tuvimos otra entrevista, pero esta vez rompimos el esquema de la anterior, nos pusimos bluyines, camisetas deportivas, cachucha y unos zapatos deportivos porque decidimos salir caminando loma arriba. De pronto tú yo filosofal e idealista me dijo: "paremos aquí, jefe, descansemos y contemplemos esta quebrada tormentosa".

Pasados unos minutos, esa María Elena filosofal se despertó, empezó a escuchar lo que de verdad sentía en su interior y de pronto pasó a un escenario totalmente diferente; me arrebató una bolsa de chitos que llevaba en mis manos y empezó a decir lo siguiente: "En esta bolsa, que ya es un desperdicio, vacio los siguientes desperdicios: mi impaciencia, mi intolerancia a los errores, mi desprecio por los detalles, mi adicción al trabajo, mi obsesión por el control, mi posesividad, mi descuido por la recordación de los nombres, mi dependencia de las circunstancias externas, mi tendencia a desconfiar de otros; y ahora que he logrado recoger la basura, me despojo de ella; la lanzo a esa corriente tormentosa que se la lleva y la destruye; al carajo para siempre basura de los diablos".

Después de ésto esa María Elena filosofal me dijo: "Ahora soy libre".

Seguimos caminando, loma arriba, sin descansar pero sin fatiga; y pasado otro rato de conversaciones intrascendentes, cuando ya habíamos llegado a la cima de un montículo, esa María Elena me dijo: "Paremos aquí, otra vez, jefe, porque hoy me encontré conmigo misma; ahora que miro a este valle verde, ruidoso y de sol reluciente, siento que soy más humorista, soy más alegre, estoy viviendo más el presente, estoy liberando más mi niña interior, estoy más unida a los otros, soy más creativa en las soluciones, estoy más decidida a lograr lo que quiero.

Yo, asombrado y feliz, me sentí acompañante dichoso oyendo estas afirmaciones positivas que brotaron de esa nueva María Elena; para mis adentros recordaba que en aquella sala vecina a la gerencia general la otra María Elena, la adulta empleada de siempre, se había comprometido a adoptar un nuevo valor, el del autocontrol.

De pronto se me ocurrió rematar este precioso momento con el siguiente principio de la filosofía oriental: "para llenarse, primero hay que vaciarse". Y esa María Elena me dijo: "Eso es lo que yo acabé de hacer".

Le propongo hacer el siguiente ejercicio antes de nuestra próxima entrevista: lea el listado de interrogantes que le adjunto y haga un resumen de sus fallas, obstáculos, necesidades o retos encontrados a través de la lectura. ¿En cuáles de ellos desea usted que yo le ayude durante la próxima entrevista?

Para todo el listado de interrogantes yo he obtenido varias respuestas que he recopilado en un documento de unas 80 páginas, para consultar en el resto de nuestras entrevistas.

Entre nosotros dos, la protagonista es usted; yo la acompaño hasta donde me lo permita y tanto como me ayuden mi experiencia y mis conocimientos.

En algún momento, si usted me lo solicita, yo le entregaré un resumen de mis percepciones sobre lo que usted puede llegar a ser. Nos veremos pronto, apreciada María Elena.

¡Hola!, Marina.

Soñé que, aceptando una invitación suya, fuimos juntos a tres sitios: un negocio de hornos crematorios, un supermercado de herramientas gerenciales y una fábrica de casas modulares.

Antes de irnos para el horno crematorio usted compró unas bombas, las infló con gas y en ellas escribió las siguientes afirmaciones: yo fui egocentrada, yo fui precipitada, yo fui indecisa, yo fui distante con mis compañeros de trabajo, yo fui fría emocional. Una vez usted escribió una afirmación en cada bomba, me invitó a que recorriéramos todas las oficinas de la empresa desde el último hasta el primer piso, llevándolas en alto y exhibiéndolas a todo el mundo; las personas se sentían sorprendidas pero felices al vernos pasar. De la empresa nos dirigimos al horno crematorio; cuando llegamos, encontramos a todo el comité ejecutivo circundando el horno y sin anuncios ni preámbulos usted lanzó una por una las bombas al horno. Finalmente usted exclamó: ¡yo fui todo eso!.

Del horno nos trasladamos al supermercado; entramos en él y pronto un proveedor nos presentó una lista de 44 productos; usted la leyó y eligió lo siguiente: Compro el poder de decisión, compro el poder del autocontrol, compro el poder de la persistencia, compro el poder de la calidez, compro el poder de la objetividad.

Finalmente nos dirigimos a la fábrica de casas modulares; en la recepción usted pidió ser atendida por el arquitecto especializado en el diseño de interiores; el experto diseñador le explicó que todo el secreto está en cuatro verbos: planear cuidadosamente, desarrollar decididamente los planes, verificar que los desarrollos correspondan a la planificación y hacer ajustes en el mismo momento que se descubran las desviaciones respecto del plan. usted agradeció y pagó el servicio; cuando íbamos saliendo de esta fábrica usted se paró delante de mí, me miró fijamente y con serena firmeza me dijo: "para llenarse primero hay que vaciarse". Como ya tengo organizado mi interior, entonces si puedo empezar a organizar mi exterior, añadió.

Marina, quiero que haga el siguiente ejercicio antes de nuestra próxima entrevista: lea el listado de interrogantes que le adjunto y haga un resumen de sus fallas, obstáculos, necesidades o retos encontrados a través de la lectura. ¿En cuáles de ellos desea usted que yo le ayude durante la próxima entrevista?, teniendo en cuenta que en esa cocreación usted será el responsable principal y yo su acompañante con todas mis experiencias y conocimientos.

Para todo el listado de interrogantes yo he obtenido varias respuestas que he recopilado en un documento de unas 80 páginas, para consultar en el resto de nuestras entrevistas. Nos veremos pronto, apreciada Marina.

ES ESPERANCISTA EN VEZ DE DETERMINISTA

El líder de mi historia repetía mucho la palabra esperancismo y decía que ésta era el antónimo de determinismo. El entendió muy bien que las personas deterministas son personas dependientes e irresponsables. Para él, una persona determinista tiene muy poca conciencia de la facultad de elegir; el determinista cree que todo le sucede por condicionamientos sociales, genéticos o de cualquiera otra índole. Una conducta muy típica del determinista es la de hacer señalamientos o buscar siempre afuera de sí mismo la causa de sus problemas.

Algún día sus colaboradores le pidieron que se ahorrara lenguajes enredados y de manera muy concreta les explicara su disco rayado de "la actitud esperancista". El prometió explicarlo en una próxima reunión, pero antes se tomó un buen tiempo para hacerles inducción sobre la autodeterminación en la forma que se describe a continuación.

Lean cuidadosamente las siguientes preguntas, les dijo; después de leer cada pregunta quédense un momento en silencio; empiecen a responder aquella pregunta que más les llame la atención y prosigan de la misma manera con el resto de preguntas; pónganse en contacto con su yo interior y dénle la oportunidad de que sea él quien ordene a su mano qué escribir. Recuerden que cuando uno escribe intensifica la precisión y la concentración. Tomen su "libreta para el autoaprendizaje" y escriban las respuestas en el sitio asignado a este ejercicio. Experimenten el maravilloso placer de verse por dentro.

¿Qué es lo que a mí me atrae con tanto poder, como si fuera un imán?

¿Qué es lo que a mí me encanta hacer, lo que me embelesa?

¿Qué es lo que yo me he dado cuenta que aprendo con rapidez y emoción?

¿Cuándo he alcanzado un desempeño óptimo pudiendo decirme a mí mismo que "batí la marca"? (6)

Y cuando hayan terminado ese placentero viaje por los senderos de su interioridad, búsquenle el valor agregado ayudándose con la siguiente pregunta desencadenante: ¿por qué o cómo es que un viaje introspectivo ayuda a incrementar el compromiso?. Recuerden que en su libreta para el autoaprendizaje también hay espacios destinados para consignar el valor agregado y las definiciones autoconstruidas. Su reciente viaje introspectivo les ha dado abundantes insumos para redactar su propia definición de autodeterminación. ¡Háganlo!, antes de avanzar más.

El anterior viaje instrospectivo no puede ser un simple ejercicio de aprendizaje, debe convertirse en un hábito de ustedes. Por lo tanto, es recomendable que, en adelante, separen en la agenda de sus actividades una hora específica para el aislamiento silencioso de modo que ustedes puedan acumular muchas más respuestas a esas preguntas exploradoras.

Antes de concluir esta reunión, comparto con ustedes la siguiente parábola del escritor Robert Conklin:

"Avanzando por entre una densa niebla, un automovilista estuvo casi una hora guiándose por las luces traseras del vehículo de adelante, dejando que el conductor del mismo fuera quien forzara la vista, se preocupara y buscara. De repente, aquel par de luces rojas se detuvo y ambos vehículos chocaron.

- ¡Oiga!, ¿por qué no ha hecho una señal al detenerse? - Le gritó el hombre de atrás.

- ¿Y por qué hubiera tenido que hacerla?, si yo he llegado a mi propio garaje, replicó el conductor de adelante".

Las vidas de muchas personas son así; avanzan a través de la niebla, siguiendo ciegamente a alguien que les precede sin saber dónde van a terminar. Da que pensar, ¿no es cierto?.

El individuo al cual se describe como "pegado a las luces traseras del otro" es el que tiende a depender de los demás para tener éxito y a responsabilizarlos de sus propios fracasos. Esta clase de personas hace con frecuencia afirmaciones como las siguientes: "me ofendió", "no fue culpa mía", "tengo mala suerte", "no puedo evitarlo". Estas personas son deterministas y fatalistas y, aunque no lo acepten, ellas mismas son las verdaderas responsables de su propio infortunio. Por supuesto que se debe reconocer el poder que tienen muchos sistemas de convivencia que refuerzan esta clase de dependencia, empezando por el mismo hogar, continuando en los centros de enseñanza, extendiéndose hasta las empresas, los grupos religiosos y los sistemas de gobierno. Ténganlo presente ustedes y recuérdenle a toda persona que puedan lo siguiente: "nadie está libre de condicionamientos, pero todos somos libres para reaccionar frente a los condicionamientos".

El individuo al cual se describe "forzando la vista y descubriendo por su propia cuenta el camino", representa el modelo de la madurez, de la autodeterminación, del compromiso, de la responsabilidad, del esperancismo. Esta clase de persona asume la responsabilidad de lo que es, siente, hace y elige; él valora a los demás y su entorno, tiene conciencia de su pasado; él construye, ensaya, se arriesga y avanza sin esperar a que los acontecimientos sean más favorables; si él avanza, se detiene o hace virajes, ya sea en lo intelectual, emocional o espiritual, será por su propia voluntad; él cree también que sus estados emotivos negativos son consecuencia de su propio pensamiento y su propia conducta. Él tiene conciencia de su propia imperfección, pero no se amilana por eso; al contrario, él trabaja para conseguir que la situación cambie y toma la tarea de este cambio como suya y no de los demás.

Claro que el anterior "perfil de madurez de la personalidad" no surge de modo natural; la madurez se aprende y se forma con el tiempo, en todos los casos y después de una lucha ardua e indefinida. Si repasamos la biografía de las personas que han tenido éxito, sean vendedores, gerentes, caudillos, maestros, exploradores, escritores, etc. se descubre fácilmente que todos son dueños de sus pensamientos, sentimientos y conductas. Ellos, por reflexión o por intuición, han identificado sus mayores aptitudes y talentos y, a partir de los mismos, han descubierto su razón de vivir; claro que las personas exitosas tienen lados flacos y son conscientes de dichas debilidades pero, al mismo tiempo, desarrollan la habilidad para manejarlos.

Pasados unos días, el líder de nuestra historia y sus colaboradores se reunieron para revisar el cumplimiento de los objetivos de las tareas individuales y grupales; antes de iniciar esta revisión él, cumpliendo lo prometido, le leyó a sus colaboradores la siguiente definición de actitud esperancista.

Es esperancista aquel que busca nuevos retos en cada nuevo instante; esperancista es, por ejemplo, el que persiste en recuperar la abstinencia después de muchos años de alcoholismo; es el que convierte su rostro en vitrina de real serenidad después de ser condenado a muchos años de prisión; es el que decide volver a empezar una empresa después de su propia bancarrota; es el que sabe que tener fracasos no es ser un fracasado para siempre; es el que sabe encontrarle el sentido a la vida aún en medio del sufrimiento.

Es esperancista aquel que reconoce la fragilidad humana; por eso él perdona siete veces siete; por eso él sabe pasar por alto muchas cosas; por eso él sabe vivir bien y deja vivir bien a los demás.

Es esperancista aquel que ve su salvación en lo que puede llegar a ser; para él un anochecer puede ser el principio de un dichoso reposo y un amanecer el principio de mejores realidades; por eso él, en vez de ponerse a evocar el pasado, se propone pacientemente construir su futuro; por eso él le da tiempo al tiempo; por eso él escarba entre las ruinas hasta encontrar otra vez el piso firme para volver a construir.

Es esperancista quien decide ser más amigo de la abundancia que de la justeza; por eso él hace lo más que puede con lo poco que tiene; por eso él siempre hace algo más de lo que es obligatorio hacer. Es esperancista quien le reconoce a todo ser humano su facultad de elegir ser esperancista.

SABE INTEGRAR IDENTIDAD INDIVIDUAL Y GRUPAL

El líder que hemos venido describiendo se planteaba las siguientes preguntas con frecuencia: ¿qué tanto darle cabida a la individualidad y que tanto a la convivencialidad? ¿dónde termina lo público y dónde empieza lo privado?. He aquí lo que él piensa al respecto. Todo líder debe saber integrar individualidad y socialidad en su propia vida y en el clima organizacional de su institución . El comportamiento social saludable se da cuando la persona logra sinergizar lo individual y lo interpersonal. Veamos por qué. La individualidad es la peculiaridad innata más íntima, última e irrepetible de cada persona y la autorrealización es un proceso interminable mediante el cual cada persona identifica, utiliza y desarrolla su peculiaridad innata. Unas personas logran autorrealización más rápido y otras menos rápido, unas logran más y otras logran menos, unas lo hacen más por su cuenta y otras con ayuda, unas toman la autorrealización como un propósito bien intencional; otras se van autorrealizando en poco grado, por impulso inconsciente o por rutina.

Hay varios caminos para la autorrealización; tal vez el número y variedad de caminos para la autorrealización sea igual al número y variedad de personas; sin embargo, hay algunas acciones bastante universales para la autorrealización, como pueden ser las siguientes:

a) captar y volver realidad "el sueño de mi vida";

b) ser un modelo viviente de los mejores pensamientos, valores y comportamientos peculiares de la época en la cual uno vive;

c) idear y poner en funcionamiento alguna acción de mejoramiento para que los demás seres humanos tengan una mejor idea de la vida y del mundo.

¿Podría hablarse de autorrealización sin tener en cuenta a otras personas y sin tener en cuenta las circunstancias del medio? Parece que no, por varias razones que podríamos resumir en seguida. Cuando la persona gusta intensamente del grupo al cual pertenece, entonces lo vuelve tema frecuente de sus conversaciones, es decir, tiene a su grupo como un importante punto de referencia; este individuo hace referencia al conjunto de hábitos, valores, símbolos y formas de pensar que identifican a su grupo; pero no solamente hace referencia, sino que se identifica, que es lo más significativo; por esto es relativamente fácil identificar a quien es evangélico, o indígena, o católico, o alemán, o colombiano, o trabajador de una empresa.

Es decir , toda persona tiene un "sí mismo de grupo" y todos tenemos también un "sí mismo del papel" porque todos tenemos una misión o un papel por cumplir en la vida, bien sea como padre, jefe, hijo, hombre, mujer, coequipero, político, etc..

Cuando una persona sigue su vocación, entonces establece compromiso con las funciones propias de su papel, algunas de las cuales son centrales y otras satélites.

Y también hay una definición o una fotografía de cada uno de nosotros en el cerebro de cada uno que nos conoce. Esta fotografía o imagen que el otro tiene de mi es lo que se llama el "sí mismo del espejo", que tiene su importancia porque cuando los demás le dicen a una persona lo que de ella perciben, entonces ella tiende a adecuar su personalidad a esa percepción; unos se adecuan más y otros menos; unos asimilan más lo positivo y otros más lo negativo; unos lo hacen a más temprana edad y otros más tarde; pero todos estamos abocados a esta clase de influencias, desde que tenemos uso de razón hasta que lo conservemos.

Callar o hablar, odiar o amar, dar o recibir, acudir o quedarse, seducir o dejarse conquistar, no son actos que parten de un discernimiento totalmente autónomo; la interdependencia entre los hombres es un hecho real y no pura fantasía de filósofos, sicólogos o sociólogos. Creo que podemos ayudarle a la gente a la autodeterminación y a la socialización. Creo que los hombres existimos para algo más que estar "junto" al otro.

"Solo el hombre CON el hombre es una imagen cabal. Solo el hombre CON el hombre es una forma perfilada. Aquí el que da Y ahí el que recibe, aquí la fuerza agresiva Y ahí la defensiva, aquí el que investiga Y ahí el que ofrece información, y SIEMPRE LOS DOS A UNA, completándose con la contribución recíproca" (Martín Buber). (7)

TIENE UN CONCEPTO REALISTA DE LA LIBERTAD

Y en cuanto a la libertad, el líder empoderador de nuestra historia también tiene reflexiones muy interesantes que se encuentran resumidas a continuación; para él es muy claro que todos tenemos la facultad de elegir y que al momento de elegir todos afrontamos varias limitaciones.

Unos consideran que toda limitación es perjudicial, pero ellos olvidan que hay limitaciones que son benéficas, como por ejemplo aquellas leyes que impiden los abusos de los monopolios. En lugar de llamarlas limitaciones sería más adecuado llamarlas cauces o canalizadores de la libertad. Entonces, veamos a continuación algunos elementos que nos ayudan a encauzar la libertad.

La veracidad. La veracidad lo hace a uno libre. En cambio cuando se dicen mentiras, uno tiene que estar cuidándose para que no lo descubran; esto de tener que estar tapando es una manera de perder la libertad, de autolimitarse.

Autoridad. En todos los lugares del mundo existe la autoridad, representada en la ley y en alguien que gobierna. Si no hubiese gobernantes ni leyes, ¿de qué otra manera se podría lograr el orden entre los grupos humanos? o ¿cómo colocaríamos a la violencia en su debido lugar?. La autoridad aporta orden y tranquilidad; cuando en un grupo hay gobernante y leyes uno puede esperar que las cosas sucedan de determinada manera; pero cuando se carece de ley y gobernante, poco sería predecible ya que cada uno obraría a su antojo.

Liderazgo. En todas la épocas de la historia y en todo lugar de la tierra ha habido personas que conducen o movilizan o agrupan o inspiran a los seres humanos. A estos conductores se les llama líderes y a ellos es mejor apoyarlos cuando promueven el bien común, la justicia, la verdad y el respeto a la vida. Cuando una persona acata a un líder, generalmente lo hace por una decisión personal; y aún en este caso de adherirse a un líder por propia decisión admite hacer la voluntad de otro; es decir, admite limitar la propia libertad.

Escenario universal de convivencia. Para todos los hombre hay que encontrar un elemento de convergencia. Algo tiene que haber que todos podamos reclamar como derecho universal; todos quiere decir los negros y los blancos, los pobres y los ricos, los creyentes y los ateos, los delincuentes y los inocentes, etc. tiene que haber unos derechos universales que estén por encima de las libertades o aspiraciones egoístas o grupistas. Esos derechos y deberes universales pueden ser la veracidad, el amor, la justicia, la moderación, el autogobierno, el respeto a la vida. Si cada uno combate por hacer prevaler su propio parecer es imposible que haya convivencialidad.

Elección. Toda persona elige en el tiempo comprometerse con algo y ese compromiso le impide tener o hacer otras cosas que se oponen al objeto de su compromiso. Por ejemplo, quien elige de veras pertenecer a un partido, se prohibe a sí mismo pertenecer a otros partidos. Quien de veras elige a una mujer, él mismo se prohibe tener intimidades con otras mujeres.

Cultura. La libertad de cualquier persona es situacional, es decir, está limitada por las formas, maneras, tipicidades, personalidades, diferencias de la cultura de su sitio o lugar. Si cada individuo estuviera proponiéndose ir contra la cultura que lo rodea, los miembros de dicha cultura se encargarían de aislarlo. En consecuencia, respetar la cultura es una manera de disfrutar de la propia libertad.

Entonces cuando un líder moviliza, anima, inspira ¿está atentando contra la libertad del otro?. Por ejemplo, ¿un líder se debe quedar solamente mirando que hay personas encadenadas en su propio miedo incapacitados para hablar o actuar?. No; se necesita entrar a facilitar procesos de autodeterminación, compromiso, sinceridad, fidelidad con la verdad antes que con las personas, coraje. Es claro que Sócrates el mas universal de los filósofos, Jesús el nazareno, Tomás Moro el ministro ingles mártir de la moralidad, Nelson Mandela mártir por la dignidad de los negros, Bruno quemado como hereje durante el periodo del papa Clemencio VIII, fueron fieles a una verdad a costa de la misma vida, pero su finalidad no fue la de ser mártires. No tenemos que facilitar procesos de martirio, pero sí debemos facilitar procesos de autodeterminación .

Notas:

1.

Jaspers, Karl. "Origen y Meta de la Historia". Editorial Castilla. Madrid, 1968. (Páginas 200 - 224). Y "Filosofía de la Existencia". Gráficas Gardal. Madrid, 1968. (Páginas 43 - 58). Volver

2.

Fromm, Erick. "Etica y Psicoanálisis". Editorial Fondo de Cultura Económica. Santafé de Bogotá, 1994. (Páginas 75 - 128). Volver

3.

Lepp, Ignace. "La Existencia Auténtica". Ediciones Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1963. (Páginas 129 - 149). Volver

4.

Jung, Carl G. "El Hombre y sus Símbolos". Ediciones Aguilar. Madrid, 1979. (Páginas 158 - 195). Volver

5.

Peace, Allan " El lenguaje del Cuerpo " Editorial Presencia", Santafé de Bogotá 1992. (Páginas 11 - 12). Volver

6.

Cooper, Robert K. "La Inteligencia Emocional Aplicado al Liderazgo y a las Organizaciones". Editorial Norma. Santafé de Bogotá, 1998. (Páginas 147 - 175). Volver

7.

Buber, Martín. "¿Qué es el Hombre?". Editorial Fondo de Cultura Económica. Santafé de Bogotá. 1992. (Páginas 141 -151). Volver